Después de días de lluvia incesante, el verano parece casi un espejismo, pero está listo para llamar a nuestras puertas, invadiéndonos de sol, mar, platos coloridos y sabores veraniegos.
Tengo muchas ganas de ir, pero por ahora tenemos que conformarnos con la postal del año pasado: el agua cristalina, la arena fina y dorada, el pescado fresco, el aire del mar.